En 1527 durante el saqueo de las tropas españolas a la ciudad de Roma el papa Clemente VII se refugió en el Castillo de Sant’Angelo que había sido conectado con el Vaticano 300 años antes. El refugio se conecta con la ciudad-estado por un corredor fortificado de 800 metros llamado Passetto.

El castillo se encuentra a orillas del río Tíber y es la puerta de entrada al Vaticano a través del Puente de Sant’Angelo. Se encuentra a un kilómetro de distancia y es una de las visitas complementarias a la Basílica o a los Museos Vaticanos que los turistas suelen realizar.

Guarda un parecido con la fortificación que se encuentra igualmente frente al Tiber en Ostia Antica aunque la finalidad de ambas es completamente diferente.

Historia

En el siglo I d.C. el emperador Adriano había solicitado construir junto al río una edificación para ser el mausoleo familiar. Fue casi cinco siglos después cuando la leyenda dice que el papa de la época, Gregorio I, avistó al Arcángel San Miguel sobre el castillo envainando su espada lo que simbolizó que bajaba a la tierra para acabar con la epidemia de peste que azotaba a la ciudad. Fue entonces cuando cambio la fortificación de nombre por el que actualmente se conoce.

Por aquello ocurrido, se mando construir una estatua del arcángel, primero de mármol y actualmente de bronce.

Ha aparecido en algunas películas como Ángeles y demonios, donde era sede de los Iluminati y es mencionado en obras populares como Tosca de Puccini.

Qué ver en el castillo

El castillo tiene actualmente cinco niveles que se utilizaban para distintos fines. El nivel más inferior era en el que se situaron las tumbas, primer uso de mausoleo que tuvo la edificación. Los dos niveles superiores a este se utilizaron en el pasado como despensa, cárcel y refugio militar.

En el cuarto nivel es donde se establecía el Papa durante sus estancias y es en el que existe mayor riqueza a nivel de pinturas y esculturas. Actualmente hay una cafetería.

El quinto nivel es desde donde se vigilaba, donde hay mejores vistas y donde actualmente se encuentra la escultura del arcángel y la Campana de la Misericordia.

Es desde este último nivel donde se tiene unas vistas de la ciudad increíbles. Es uno de los miradores de la ciudad y como ocurre con el Gianicolo, tiene buena perspectiva del Vaticano y del casco antiguo.

Cómo llegar

La visita del Castillo de Sant’Angelo puede ser un complemento perfecto para una visita al Vaticano. Debido a las aglomeraciones y a los horarios restringidos es bastante complicado realizar la visita de los Museos Vaticanos y de la Basílica en el mismo día. El Castillo se presenta como una buena opción para rematar el día de turismo.

La estación de metro más cercana es la de Ottaviano que es la misma que se recomienda para ciudad la ciudad estado. Para llegar hasta ella hay que ir en la Linea A (Naranja). Si se prefiere el autobús, la mejor opción es ir hasta la cercana Piazza Cavour que cuenta con varias lineas (49, 30, 70, 81, 87, 280, 301, 492, 913 y 130F).

Para llegar desde Termini se recomienda mejor el metro. Si se prefiere el autobús, habría que coger el 40 o 64 hasta el Puente Victor Manuel y cruzar el río desde el vecino Puente de Sant’Angelo. No debería llevarnos más de 25 minutos ninguno de los dos trayectos.

Para llegar desde el Coliseo podríamos coger los mismos autobuses que desde Termini o incluso a pié en un paseo de menos de 40 minutos.

Cuando yo he visitado el Castillo suele ser la última parada de la ruta de las plazas de Roma. Después de visitar la Fontana di Trevi, el Pantheon, la Plaza Navona y Campo di Fiori, acabo en la orilla del río hasta llegar al castillo.

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