Caserta, el Versalles de Nápoles

La Reggia di Caserta es un palacio real situado a unos kilómetros de Nápoles. Constituye la última gran obra del Barroco Italiano. Fue construido por Luigi Vanvitelli y encomendado por el Rey Carlos VII de Nápoles, Carlos III de España. Es probablemente el Palacio Real más importante de Italia.

Cuenta con un palacio de 47.000 metros cuadrados con dos fachadas simétricas que iban a ser coronadas en inicio por estatuas que simbolizaran las virtudes del Rey Carlos. Destaca la cúpula central, la escalinata, la capilla palatina y el salón del trono. También hay una colección de un Belén Napolitano (cuna de los belenes de figuritas) con cientos de figuras de gran calidad.

 

Historia de Caserta

Cuando se unificaron los reinos de Sicilia y Nápoles por el Primer Pacto de Familia en 1734, el Rey Carlos de Borbón fue quien iba a ocupar el trono. Necesitaba un Palacio Real y mientras estuvo construyéndose la Regia di Caserta, ocupó el Palazzo Vecchio de Nápoles.

Lo cierto es que la ciudad de Nápoles ha sido codiciada por numerosos pueblos y vándalos por su situación geográfica. Solamente tenía un pero, la cercanía con el Vesubio la hacía peligrosa. Es por eso que la Casa Real pensó en vivir cerca de la ciudad, pero alejada de ella y sus peligros y compró un terreno al Conde de Caserta para construir allí el palacio.

Encomendó la misión de construirlo al arquitecto Vanvitelli, hijo de un pintor de renombre de la época. Se unió Sabatini, arquitecto siciliano que finalizó la construcción del Palacio Real de Madrid, diseñó y construyó la Puerta de Alcalá y la Real Casa de la Aduana en la Calle Alcalá.

La idea que tenía el rey borbón era utilizar como idea inicial los Palacios de Versalles y San Lorenzo del Escorial que servían de residencia real en España y Francia.

Como curiosidad, el palacio fue uno de los objetivos cuando Napoleón consigue el Reino de Nápoles y pone a su hermano José en el trono. Además, el palacio sirvió de Cuartel General de los Aliados cuando invadieron Italia en la Segunda Guerra Mundial.

En 1994 fue sede de una cena del G7 y en 1997 pasó a ser Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

El palacio y los jardines de Caserta

Además de contar con un Palacio Real que no envidia a su primo francés de Versalles, cuenta con unos jardines presididos por un pasillo central (Passeggio) de fuentes y esculturas. Tiene una longitud total de 3 kilómetros y finaliza con una cascada artificial diseñada por el propio Valvitelli.

Vista frontal de la Cascada de los Jardines de Caserta

El agua llega hasta el palacio pasando por varios grupos de fuentes entre las que destacan las de Eolo en mitad del paseo y la de Diana y Actaeon que se encuentra a los pies de la cascada.

Además del Passeggio con sus fuentes y cascada, la Regia di Caserta cuenta con un Jardín Italiano que rodea el palacio y un Jardín inglés que fue diseñado después de la muerte de Valvitelli con un estilo muy diferente al que se puede encontrar en el resto de jardines.

caserta_napoles_italia_IMG_4731

Lagos artificiales, riachuelos y bosques frondosos que impiden ver los pabellones que allí se encuentran son una alternativa arquitectónica que fueron realizados por el hijo de Valvitelli, Carlo Valvitelli y por el botánico inglés John Graefer.

caserta_napoles_italia_IMG_4726

Recomendaciones de la visita

Para acudir a Caserta lo mejor es viajar desde Nápoles en tren. No llevará más de una hora y tiene un coste de 3,40€. El tren sale desde las estaciones de Napoli Centrale y de Napoli-Piazza Garibaldi. Aún así se puede llegar en coche y en Caserta hay un parking público donde poder estacionar.

Recorrido en tren:

Recorrido desde la estación en Caserta hasta el Palacio Real:

No se recomienda visitar si el tiempo no acompaña. Dado que la visita es bastante larga, la extensión de los jardines y la lluvia no ayudaría a disfrutar del palacio y exteriores.

Fachada principal de la Regia di Caserta

Dado que el paseo central tiene una longitud de 3 kilómetros puedes hacer uso del minibus. Te recoge en el Patio de Armas del palacio y te lleva directamente a la cascada. Desde allí, además, estas más cerca del Jardín Inglés, totalmente recomendable.

Mi consejo es que una vez te bajes en la cascada hagas la visita hacia el Palacio siendo ésto lo último en visitarlo. Si bien es cierto, en función de la afluencia y la estación del año el orden podría ser otro.

La mejor época para visitarlo sería la primavera aunque el tiempo templado de la Campania italiana posibilita la visita durante todo el año.

 

 

Puede que también te guste...

Deja una respuesta

A %d blogueros les gusta esto: